Tenemos la lista de comensales, tenemos las recetas que vamos a preparar, tenemos… mucha ilusión. Pero, ¿y qué pasa con la decoración? No tenemos tiempo para calentarnos la cabeza con eso. Pero nos gustaría decorarla de algún modo sencillo para que la cena sea especial. ¿Qué podríamos hacer? Se nos han ocurrido algunas ideas para conseguir un buen ambiente y una atmósfera agradable. ¿Les echamos un ojo?
1. La belleza está en los pequeños detalles.
Todos decoramos el árbol de Navidad. Pero, ¿por qué no decorar otras cosas? Por ejemplo, algún detalle en una estantería, una taza para el café con colores navideños o, incluso, algún cojín. Pero si hablamos de la mesa de Navidad, también podríamos decorarla de un modo diferente como los cubrecubiertos. Incluso si quisieras, podrías utilizar cubiertos con motivos navideños como los de la marca Kuhn Rikon.
2. No te pases sobrecargando.
Una cosa es que propongamos tener algún detalle en el salón y en la mesa, y otra es traer todos los complementos navideños de unos grandes almacenes a nuestra casa. Recuerda que el centro de toda la cena es… el menú. La decoración sólo acompaña. No sobrecargues la mesa con tantas cosas que no se vean las caras los comensales o no quepan esos platos tan ricos que habéis preparado. Mucho ojo con los manteles sobrecargados. Quedan mucho mejor unos platos decorados sobre un mantel liso, que el taller de Papá Noel al completo dibujado en el mantel.
3. Elije un juego de tonos.
Al igual que miramos las combinaciones de colores a la hora de vestir, ¿por qué no hacer lo mismo para decorar la mesa? Elije el color navideño que más te guste y juega con colores que le acompañen. Los más comunes son rojo, verde, blanco, dorado y plateado. Pero, ¿por qué no un negro o un morado oscuro? Sobre gustos, los colores.
4. Crea tus propios centros de mesa.
Como nos hemos gastado la mayor parte del presupuesto en la compra de los ingredientes para las cenas y comidas de la Navidad, ¿por qué no elaboramos nuestros propios centros de mesa? Algo tan sencillo como unas bolas de árbol, unas piñas, hojas secas, velas o unas ramitas de pino bien colocadas se pueden convertir en un magnífico centro de mesa.
5. Saca la vajilla intocable.
¿Recuerdas esa vajilla que te regalaron par ala boda y que no quieres estrenar? ¿Y ese maletín de cubiertos tan elegantes que te regaló tu suegra? ¿Y esas copas tan bonitas que no quieres usarlas jamás para que no se estropeen? Es el momento de sacarlo todo, de estrenarlo y de darle la importancia que se merecen. Además, recuerda utilizar el bajoplato. Es el complemento ideal para colocar bajo la vajilla en este tipo de cenas. Acentuará la importancia de la vajilla y dará un toque elegante a la mesa sin muchos quebraderos de cabeza.
Y si la cena nos ha quedado regular… no nos preocupemos. Los comensales estarán tan embelesados con la decoración ¡que ni lo percibirán! Que no, que es broma. Con todas las recetas que os vamos aconsejando en Yolanda seguro que ya sabéis lo que haréis para comer y cenar estos días. ¡Y quedará de lujo!