Los 90 fueron una época que todos recordamos con cariño: las Spice Girls, Friends o Titanic. Pero, ¿qué hay de la cocina? Hoy recordamos 6 objetos que estaban siempre presentes en nuestros hogares y que no faltaban en los armarios. Échales un vistazo, seguro que recuerdas más de uno.
Estamos convencidos que en más de una ocasión te tocó salir a la compra con estas típicas bolsas de malla. Eran cómodas y prácticas, además de higiénicas, evitando así la “bolsa de las bolsas” por la que fue sustituida. Sus usos eran infinitos, aunque se reservaba principalmente para guardar frutas y verduras. De diferentes tamaños y colores, se adaptaba a cualquier momento y lugar. Al igual que muchas otras cosas de los 90, como los tejanos rectos y los blazers de cuero, están volviendo. ¡Esperamos que sea para quedarse!
Siempre se menciona como uno de los objetos que han sido condenados al olvido de las cocinas españolas, creemos que injustamente. Durante los años 80 y 90 era uno de los electrodomésticos indispensables, algo que era el novamás y ahora parece un objeto de coleccionista, aunque son muchos los que están volviendo a ella. Su principal función era elaborar yogures caseros, del sabor que quisieras, de una forma más saludable. Hoy sabemos que se le puede sacar más partido: flan de huevo, natillas, arroz con leche, tocino de cielo… Además no consume plástico desechable, un factor muy importante desde el punto de vista ecológico. ¡Atrévete a desempolvarla!
¿Quién no ha combatido el agobiante calor de verano con un helado casero? Los moldes para helados eran la forma más rápida y fácil de hacerlo: escoges tu fruta preferida, agua y un poco de azúcar para darle ese toque alegre. Con este objeto tan simple podías preparar el helado del sabor que quisieras, ya fuera de hielo o crema. Pese a su sencillez, no podía ser más útil, una vez que te acababas el helado se lavaba y ya estaba listo para usarlo de nuevo. Porque un caluroso verano con un helado casero tenía otro color, ¿cuál era tu favorito?
Este símbolo de la cultura gallega, con más de 200 años de historia, consiguió colarse en todos los hogares españoles con su mítico azul cobalto. No sólo tenían su vajilla de porcelana, su producto más característico, también contaban con figuras como meninas, gallos o jarrones. Daban a tu cocina ese toque distinguido que los vasos de Duralex te arrebataban. Es posible que sea culpa de la nostalgia, pero algunos platos sabían mejor en su vajilla.
Sin duda el objeto más hortera de todos los mencionados, podría llamarse utensilio de cocina, pero no tenía ninguna “utilidad”. Su única función era estética, dotaba a la cocina de una falsa sensación de naturalidad, así como una especie de bodegón en 3D. Para colmo, las frutas eran siempre las mismas: uvas, manzanas, peras, plátanos y naranjas, ordénalas a tu gusto. Aún con todo, se les cogía cariño, y cuándo faltaban en una cocina se sentía vacía. No os escondáis, ¡seguro que más de una vez os habéis confundido!
Probablemente el objeto de utilidad más dudosa de toda la lista, sin embargo, no faltaba en nuestros hogares. Cuando las botellas de plástico no estaban tan extendidas, era un artilugio la mar de recurrente. Lo guardabas en cualquier sitio, con diferentes tamaños y colores, y podías usarlo siempre que tuvieras un grifo o fuente a mano (algo un poco contradictorio, dicho sea de paso). Esta pieza ha desaparecido completamente de nuestras vidas, pero seamos sinceros ¿quién no lo echa de menos?
Estos son sólo algunos de los objetos que se encontraban en una cocina típica española de los años 90, seguro que se te ocurre alguno más que no puede faltar en la lista. Si quieres conocer más sobre utensilios de la cocina de otra época visita nuestro post “Así era la cocina de tu infancia”.