Cuando me preguntaron si había oído hablar alguna vez de Terry Border pensé “no tengo ni idea de quién es ese señor”. Pero quien me dijo que echase un vistazo a su trabajo porque me encantaría parece conocerme muy bien. ¡Y tanto! Terry Border es un nombre que no olvidaré. Lo que tiene en su cabeza es privilegiado. Y no hablo de una melenaza de anuncio ni de unos ojos de escándalo. No. Hablo de su imaginación.

Terry Border nació en 1965 en un pueblo de Carolina del Sur. Después de trabajar durante muchos años realizando fotografías de comida para publicidad, decidió hacer de su trabajo un hobbie. Uniendo su pasión por la fotografía y las artes plásticas y la escultura, es uno de los artistas más reconocidos en su estilo por sus obras simples y divertidas.

Tiene infinidad de imágenes donde plasma escenas imposibles protagonizadas por elementos de la cocina ya sean alimentos y objetos. Un kiwi depilándose la espalda, una lucha a muerte entre dos nubes de azúcar disfrazadas de pirata, o una manzana surfeara atacada por un tiburón. Cuando Terry Border entra en la cocina no ve posibles recetas para cocinar sino mil y una historias a punto de ser fotografiadas.

Cuando salimos de la cocina, los objetos y alimentos cobran vida en la mente de Terry. Y un lugar tan cotidiano como la cocina de casa se convierte en todo un plató de cine. ¿Qué os parecen las locas imágenes gastronómicas de Terry Border?