En un recipiente mezclamos todos los ingredientes menos el chocolate en polvo, hasta conseguir una masa homogénea y sin grumos.
Separamos la mezcla en dos recipientes. En uno de ellos, añadimos dos cucharadas soperas generosas de cacao en polvo y un chorrito de leche.
Preparamos el molde en el que vamos a hornear el bizcocho, engrasándolo con mantequilla o aceite (también podemos utilizar papel de hornear).
Ponemos en el centro del molde tres cucharadas de la mezcla de cacao; encima de éstas otras tres de la mezcla sin cacao; encima, otras tres cucharadas con cacao, otra vez otras tres sin cacao..... Así, hasta acabar con las dos mezclas.
Se irán formando círculos concéntricos, que nos darán el aspecto cebra a nuestro bizcocho.
Si queremos las franjas más gruesas, aumentaremos el número de cucharadas.
Horneamos a 180º (con el horno ya precalentado) unos 50 minutos.
Cuando pinchemos en el centro y salga limpio, estará listo.